Óleo de Luis Vargas
Gastando los caminos
se va el hombre
esclavo de sus constelaciones.
Frenético y ridículo
ciego y haciendo claridades,
ordenando sus días,
su pan, su amor
con el melancólico traje
de su tiempo ido.
Se va el hombre
preguntándole a Dios
cuando se irá su inmenso río,
cuando se tumbará su canto,
cuando llevará el hijo
la geografía del ansia.
Y cuándo y dónde y para qué
pregunta el hombre
que gasta los caminos.
Elsa Wiezell
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